Nuestros Principios

La Declaración de Fe que SIMES profesa es la siguiente:

 

Sagradas Escrituras. Creemos que las Sagradas Escrituras, reveladas y contenidas en 39 libros del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento es la Palabra de Dios verbal y plenariamente inspirada, inerrante e infalible, y que contiene la autoridad final para la fe y la vida. (Deut.30:14; Sal.119:89,105; II Tim.3:16, 17; II Ped.1:20, 21; Mt.5:18; Jud. 3, Jn. 5:39; 16:12, 13;)

 

Dios. Creemos que hay un solo y eterno Dios, creador de todas las cosas, divino en su naturaleza, existe por sí mismo; santo absolutamente, es soberano, que puede ser conocido y entendido por medio de las cosas hechas, por medio de Jesucristo y de su Palabra escrita, a través de la fe. Moral y personal en su carácter, manifestado en tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo. (Deut.6:4; Mat.28:19; Rom.3:30; 2ª Cor.13:14; Mat.3:16-17; 1ª Jn.5:7; Sal.83:18; 86:10)

 

Jesucristo. Creemos que Jesucristo es verdadero Dios (Jn.1:1) verdadero Hombre (I Tim.2:5) nacido de la virgen María por obra y gracia del Espíritu Santo llevando nuestros pecados en la cruz; resucito físicamente de los muertos, ascendió al cielo, esta sentado a la diestra de Dios, de donde vendrá en gloria a juzgar a los vivos y a los muertos para llevar a cabo la consumación de su reino en la Segunda venida. (Nuevo cielo, Nueva tierra (Jn.1:1; 1ª Tim.2:5; Col.1:15; Heb.1:1-3; Gen.3:15; Isa.53:3-5; 7:14; Luc.1:26-38)

 

Espíritu Santo. Creemos que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, que con el eterno Padre y el Hijo es verdadero Dios, agente sobrenatural en la regeneración, nuevo nacimiento e incorporación del Cristiano en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia (1ª Cor.12:13; 6:19; 1ª Jn.5:7; Mat.28:19; Jn.16:8-11; Gal.5:22,23) capacitándole para el ministerio con diferentes dones (Rom.12:4-8; 1ª Cor.12:4-11)

 

Hombre. Creemos que el Hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, es decir en verdadero conocimiento, Justicia y santidad, para que rectamente conociera a Dios su Creador, le amase de todo corazón y bienaventurado viviese con El, eternamente para alabarle, glorificarle y servirle. (Gen.1:26,27; Isa.43:1; Efe.4:24; Col.3:10; 2ª Cor.3:18)

 

Pecado. Creemos que el hombre después de la caída y desobediencia de Adán y Eva en el huerto del Edén quedo por naturaleza corrompido (depravado) e inclinado de continuo al mal y que todos somos concebidos y nacido en pecado (Gen.3; 5:3; Rom. 3:10-12,23; 5:12, 18,19; Sal.51:5); ciertamente sino hemos sido regenerados por el Espíritu de Dios (Gen.6:5; 8:21; Job 14:4; Isa.53:6; Jn.3:6; 1ª Cor.13:3; 2ª Cor.3:5)

 

Salvación. Creemos en la salvación eterna del ser humano como resultado de la gracia de Dios quien al justificarnos gratuitamente haciéndonos aceptos delante de Él, por medio de la obra expiatoria de Cristo. (Hech.16:31; Efe.2:8,9; Heb.7:25)

 

El Nuevo Pacto. Creemos que el nuevo Pacto manifestado en el Nuevo Testamento procede del Antiguo Testamento (Pacto) el cual debe entenderse a la luz de las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo y sus Apóstoles (Heb.7:2; 8:1-13; Efe.2:20-22)

 

Iglesia. Creemos que la Iglesia verdadera, es el cuerpo de Cristo, es invisible (pero se hace visible a través de la unión de los creyentes) y que consta de todos los creyentes que están unidos a Cristo por la fe, en todos los tiempos, en todas las razas, lenguas y naciones de la tierra. Las Iglesias visibles son agrupaciones de personas que se congregan en el Nombre del Señor Jesucristo para darle testimonio a su verdad oyendo su Palabra y observando su enseñanza de esta. Por tanto, en la Iglesia visible ningún puesto debe ser dado ni evitado a un creyente a causa de raza o nacionalidad. (Hech.2:43-47; Ef.1:22,23; 5:25-27; 1ª Cor.12:12-14; 2ª Cor.11:12)

 

Segunda venida. Creemos que Jesús vendrá por segunda vez con poder en su gloria para juzgar a los vivos y a los muertos y establecerá su reino que no tendrá fin. Jesucristo murió en la Cruz se levanto de los muertos, ascendió al cielo, va a regresar a juzgar al mundo y a establecer su reino que no tendrá fin, nadie sabe el día, ni la hora de su regreso. ((Mt. 24:30; 25:19-31; 26:64; Jn.4:3; Hech.3:20,21; Fil.3:20; 1ª Tes.4:15,16; 2ª Tes.2:13; Heb.9:28; 2ª Ped.3:3-10; Apoc.19).

 

Culto. Creemos que en nuestra digna condición de redimidos por la Sangre de Cristo y como comunidad de fe y amor somos llamados a darle a Dios nuestra adoración por medio de las alabanza, las oraciones diversas, la lectura y predicación de la Palabra, la comunión fraternal, las ofrendas, las bendiciones pastorales, la celebración de los sacramentos y otras practicas sagradas en un acto publico que le llamamos celebración cultual. (Sal.84; 95:1-7; 100:1-4; 133 Hech.2:41-46; Rom.12:1,2; Heb.10:25; 1ª Cor.11:23-26)

 

Evangelización. Creemos que somos llamados a ocuparnos con fidelidad en la tarea suprema de la predicación del Evangelio. (Mt.28:19; Mar.16:15,16; Hech.1:8; I Cor.9:16; II Tim.4:1-5). Creemos que debemos anunciar a Jesucristo como el Único y Suficiente medio de gracia que Dios en su gran amor ha provisto a toda la humanidad (I Tim.2:5) en su urgente necesidad de redención y que todos los redimidos le reconozcan y confiesen a Jesucristo como su Salvador personal y Señor de todo cuanto existe. (Hech.4:12; Efe.2:8,9; Fil.2:10,11).